“The most painful state of being is remembering the future, particularly the one you'll never have.”
~ Søren Kierkegaard
Máscaras que surgen
de la piedra, eternas
como su huella. La memoria
de la noche respirando;
su susurro nos envuelve, nos llena, nos violenta.
Un espejo, un río, se desboca entre
mis miembros. Hay una escritura
en los huesos que se revela en las noches
venideras; todo se desvanece y mis manos
añoran el tacto, acuoso y apelmazado, de la realidad.
Mi cuerpo desconoce
la palabra; sólo habita altares donde el sacrificio
usurpa a la dádiva. Deambula, sin reconocer
las líneas y las sombras que conforman
los opacos espacios que llenan los granos de arena.
Nuestros alfabetos (lentos y tercos, densos)
desdibujan antiguas geometrías y esbozan
un horizonte
desconocido, que nunca se revela
o que, impúdico, muestra, en asimétrico goce, sus entrañas.
Hay una nostalgia homicida en nuestra mirada que todo lo alimenta.
— Ángel María García Martiartu